Resumen:
En las últimas décadas, México ha enfrentado una severa pérdida de ecosistemas forestales,
producto de diversos factores entre los que destacan el crecimiento demográfico, el aumento de
las actividades humanas no reguladas y la planificación territorial inadecuada. Este fenómeno se
ha traducido en una progresiva reducción de la masa forestal, poniendo en riesgo la biodiversidad,
la estabilidad ecológica y la calidad de vida de las comunidades que dependen de estos recursos.
En este contexto, los esfuerzos de conservación toman un papel crucial, especialmente dentro
de las Áreas Naturales Protegidas (ANP), cuyo objetivo es preservar la integridad ecológica de
zonas estratégicas mediante un manejo sostenible.
Uno de los casos más representativos es el del Nevado de Toluca, también conocido como volcán
Xinantecátl, ubicado en el Estado de México. Esta región, que fue declarada Parque Nacional en
1936 y más tarde reclasificada como Área de Protección de Flora y Fauna en 2013, ha sido objeto
de una serie de modificaciones en el uso de suelo que amenazan su integridad ecológica. A pesar
de su estatus como ANP, la cobertura forestal ha tenido un comportamiento al descenso del
bosque de coníferas en las últimas décadas, entre 2001 y 2013 se registró la pérdida de al menos
115 hectáreas de cobertura forestal, y entre 2014 y 2019 se sumaron 104 hectáreas adicionales,
reflejando una aceleración en el proceso, en parte debido al crecimiento urbano, la expansión
agrícola, actividades extractivas y la fragmentación del mismo ecosistema.