Jóvenes en el desarrollo social en México a inicios del Siglo XXI

Abstract

En México, el siglo XXI vino acompañado de grandes avances tecnoló gicos, de cambios políticos nunca antes vistos, de la presencia contun dente y potente de mujeres en diversos espacios nacionales y estatales; pero también de fuertes desafíos a enfrentar: un proceso irreversible del envejecimiento de la población, que marcará retos en materia de salud; la aparición de una violencia agravante que recorre todo el país y que parece no tener fin; la pobreza que no termina de revertirse y, sin duda, el paso de la pandemia de Covid-19 que de manera inesperada atacó al mundo en 2020 y que evidenció hondas desigualdades. En estos escenarios la población joven se desenvuelve hoy día, enfrentando retos –como las inequidades entre ellas y ellos–, pero también siendo partícipe de logros como la entrada masiva a los es pacios educativos, una mayor independencia, la posibilidad de tomar sus propias decisiones, aunado al conocimiento técnico del que son parte y que les da acceso a información casi infinita desde un teléfono inteligente apretando un solo botón. En este nuevo entorno se mueven hoy las y los jóvenes en el mundo y en México. Según el Censo de Población y Vivienda de 2020, en el país la población joven –aquella de entre 15 y 29 años– representa casi 25% del total nacional, pero en este porcentaje se entrelazan juventudes so cial, económica y culturalmente distintas, con diferentes apremios que, como vemos en este volumen, requieren atenciones específicas. Los cinco capítulos que contiene el libro Jóvenes en el desarrollo social en México a inicios del siglo XXI, evidencian algunos de los riesgos a los que las y los jóvenes se enfrentan, pero señalan también la nece sidad de que esta cuarta parte de la población mexicana sea, por un lado, considerada –como grupo específico– receptora del desarrollo social del país; pero también, por otro, muestra la necesidad de que este grupo sea tomado en cuenta para abonar al desarrollo social. Cosa no fácil, pues se requieren políticas que resuelvan sus problemáticas, pero también espacios de discusión para que ellos interpelen con los responsables de la política mexicana.