Los programas sociales como violencia estructural: el caso del Programa Salario Rosa del gobierno del Estado de México como violencia de género

Abstract

El gobernador actual desde 2017 del Estado de México Alfredo del Mazo Maza, a una semana de dar inicio las campañas para la presidencia de la República, dio a conocer el programa social llamado Salario Rosa, dirigido a las personas que se dedican al trabajo doméstico, el cual otorga una retribución a las mujeres amas de casa por su labor en dicho espacio. Con base en dicho programa es donde se plantea si realmente puede ser un beneficio o una caracterización más para el papel que representa una mujer en casa, es decir, el encasillar a la mujer al ámbito privado, como parte de una acción de su “política pública”. La visión liberal retrata una violencia entre los que son dominados por la cultura y los que pueden disfrutar de su cultura por encima de ella, siendo ello lo que nos lleva a convertirnos en intolerantes frente a otro tipo de culturas e ideologías, donde las esferas públicas y privadas son trastocadas por la identificación directa de una cultura en específico, es decir, existen personas que llegan al fanatismo de su cultura que no permiten que otras ideologías y formas diferentes de pensar lleguen a formar parte de su entorno, ello repercute en los espacios tanto públicos como privados, llegando a transgredir a todos aquellos que no compartan la misma forma de pensar, llevando a lo que Žižek (2010) llama privatizar la misma cultura de tal forma que ahora será vista como un modo de vida, conjunto de prácticas o creencias, compartiendo su poder al colectivo penetrando en la vida diaria de los individuos. Los roles de género dentro de la institución familiar son producto de las relaciones de poder disimétricas que la propia ideología del amor, la cual consiste en que uno de los dos va a poseer el dominio del otro con base en las responsabilidades, la intimidad o incluso las relaciones sexuales, haciendo que una de las dos partes pierda un poco de su autonomía, encasillándola poco a poco a lo privado, de esta manera, cuando forman una familia, la mujer se ve inmersa en el cuidado de los hijos el marido y en general del hogar.