Resumen:
El arsénico (As) es un elemento tóxico que afecta seriamente la salud humana, cuando este excede el límite máximo permisible de 10 μg L-1 en agua potable recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La exposición crónica de este contaminante está asociada con varios problemas de salud como arsenicosis, hiperqueratosis y diferentes tipos de cáncer. La exposición a este metal puede verse principalmente en las personas a través de la inhalación, ingesta de alimentos y agua; principalmente de agua que se encuentra en contacto directo con minerales que contienen arsénico, ya sea por razones geológicas naturales o antropogénicas, como lo pueden ser las actividades mineras, cuestiones de escurrimientos de riego y mala eliminación de algunos compuestos químicos (Alarcón, M., 2014). En aguas naturales, las formas inorgánicas de As se encuentran como especies disueltas, formando oxianiones que involucran las especies de As(V) y As(III). Las especies de As(V) se encuentra de manera más común en el ambiente como en agua subterránea y suelos, siendo menos tóxico e insoluble que las especies de As(III). En consecuencia, diferentes métodos analíticos se han desarrollado con el fin de detectar As en agua a bajas concentraciones. En especial, las técnicas electroanalíticas sugieren una opción en la detección de este contaminante, ya que ofrecen una alta sensibilidad y fácil operación, además de desarrollar dispositivos portátiles los cuales permiten una detección rápida, selectiva y a bajas concentraciones.
Uno de los principales problemas de la detección electroquímica de As(V) es su reducción electroquímica irreversible en la superficie del electrodo. En ese sentido, se han empleado diferentes estrategias con el objetivo de facilitar la reducción de As(V) a As(III), mediante el uso de agentes químicos reductores en medios fuertemente ácidos como KI, NaBr, Na2SO3, entre otros. Así mismo, se ha recurrido a la modificación de electrodos de pasta de carbón con diferentes formas cristalinas de óxidos de hierro, debido a que es bien conocida la afinidad de estas últimas por las especies de As, y por lo cual se les ha visto como materiales útiles para la remoción de arsénico del agua.
El uso de compuestos de hierro ha mitigado la irreversibilidad del proceso de reducción de este arsénico en medio acuoso. Sin embargo, también es importante considerar las formas cristalinas de los compuestos de hierro pueden estabilizarse en el pH de trabajo. De igual manera el uso de residuos orgánicos ya se ha utilizado con anterioridad como biosorbentes de metales pesados mostrando buenos resultados tanto de detección como remoción, de entre estos materiales, la pimienta ha presentado buenos resultados en la detección de metales como el plomo a niveles traza. Por lo que trabajar con residuos de pimienta incorporada con hierro como medio de detección de arsénico, supone una buena alternativa para la detección de arsénico en medio acuoso dando, esperando obtener buenos resultados.