Resumen:
Hay cuestiones de índole social cuyo interés crece cada día y sobre las cuales es siempre
oportuna la discusión, hasta tanto no se resuelva definitivamente. Es así como son las
cuestiones prácticas aquellas que afectan de un modo inmediato y directo el desarrollo
social, por oposición a la especulación, una de ellas y de las cuales me propongo a
estudiar es la Pena de Muerte.
Sea cual fuere el fundamento del derecho de castigar, es indiscutible la necesidad de la
pena, como arma defensiva contra el delito.
Pero la facultad que lógicamente surge de ahí, ¿es acaso limitada?, en otros términos,
¿Puede el castigo llegar a ser la perdida de la vida para el delincuente?
A medida que la civilización y la cultura crecen y se actualiza, el movimiento abolicionista
se aviva y llegará seguramente un día en el cual ese ideal se verá realizado por completo.
¿Cuál es la tendencia actual de la Pena de Muerte?
Creémosla decididamente abolicionista, aunque las legislaciones que mantienen la pena
de muerte se resienten ellas mismas de ese espíritu, dificultando su aplicación en lo
posible, siendo así en la realidad un claro ejemplo de esto en nuestro Código Penal.
Claro está que nuestra sociedad necesita justicia en favor de todas aquellas víctimas de
un delito.