PROTOCOLO PARA LA APLICACIÓN DEL SISTEMA DE REINSERCIÓN Y READAPTACIÓN SOCIAL CON PERSPECTIVA DE MASCULINIDADES

Abstract

El presente trabajo terminal de grado se realizó considerando las experiencias de vida en reclusión de 26 varones que se encuentran en situación de hacinamiento en el Centro Preventivo y de Reinserción Social de Tenango del Valle. La información primaria sobre la construcción de masculinidad de estos varones se obtuvo a partir de la aplicación de entrevistas semiestructuradas a estos varones, las cuales fueron llevadas a cabo en dicho lugar, en la etapa de diagnóstico. Esto con la finalidad de tener mayor conocimiento sobre las razones de reclusión y la forma en la que viven su cotidianeidad en el centro preventivo. Ello nos permitió conocer el papel que tienen las violencias en la construcción sexo-genérica de los hombres y su visión respecto a la promoción y conocimiento de sus Derechos Humanos. En el contexto actual, la reinserción social es un tema de importancia que ha sido relegado. Sin embargo, para entender la reinserción social, es necesario considerar el significado de la existencia de un Estado de Derecho. Este concepto debe ser considerado como un principio de gobernanza que señala la obligatoriedad de que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, así como el Estado mexicano, se sujeten a las leyes que se promulgan con igualdad e independencia, tomando en cuenta la compatibilidad con las normas y principios internacionales de Derechos Humanos. Se plantea que la correcta aplicación del Sistema Preventivo y de Reinserción Social, conjuntamente con el respeto irrestricto a los Derechos Humanos de los varones privados de la libertad en los Centros Preventivos y de Reinserción Social del Estado de México, reduce significativamente la probabilidad de reincidencia delictiva y facilita su reinserción efectiva a la sociedad. Los Derechos Humanos son universales y su aplicabilidad es obligatoria para todos los miembros de la sociedad, sin importar su naturaleza. Las personas privadas de la libertad, como todas las personas, cuentan con estos Derechos Humanos, de la misma manera que cualquier otro miembro de la sociedad. Sin embargo, en la realidad, no gozan plenamente de ellos.