Resumen:
Dentro del trabajo hay tres obras de teatro que analizaremos para entender y buscar cómo la autora plasma en su narrativa la violencia simbólica vivida, dichas obras son: El árbol (1967), Los perros (1965) y El rastro (1957). Son incluidos porque consideramos de suma importancia cómo la autora fue madurando las problemáticas vividas y de qué manera las plasmó en su obra. En el capítulo I, estudiaremos los conceptos fundamentales que estructuran nuestra investigación sobre el divorcio en México, tomando en cuenta las relaciones de poder, género y violencia que subyacen en este proceso social. Profundizaremos en la obra de autores clave, como Joan Scott6 y Carmelo Fernández Domingo7, para entender cómo el concepto de género no solo describe roles sociales, sino que se configura como una construcción social que organiza las relaciones entre hombres y mujeres dentro de una estructura patriarcal. Analizaremos cómo este modelo ha influido históricamente en la organización de la sociedad, favoreciendo a los hombres y subordinando a las mujeres en los distintos ámbitos de la vida pública y privada. En este sentido, profundizaremos en el concepto de patriarcado tal como lo explica Carmelo Fernández Domingo, abordando su funcionamiento como un sistema de poder que ha relegado históricamente a las mujeres a roles subordinados, dentro de la familia y en las instituciones sociales clave como la educación y el mercado laboral. Estudiaremos cómo estas estructuras de poder han sido institucionalizadas, perpetuando la desigualdad y la violencia contra las mujeres, y cómo estos patrones se reflejan en las dinámicas familiares, especialmente en el contexto del divorcio. Además, se dedica un apartado al concepto de violencia, ampliando la comprensión más allá de las formas físicas para incluir la violencia simbólica. Siguiendo las ideas de Pierre Bourdieu, se analiza cómo la cultura y las representaciones sociales actúan como mecanismos de dominación que reproducen y legitiman las jerarquías de poder. Este concepto nos permitirá analizar cómo las normas y expectativas sociales naturalizan la subordinación femenina, un aspecto fundamental en la comprensión del divorcio, especialmente en los casos en los que las mujeres se encuentran atrapadas en sistemas de dominación invisibles. Estudiamos cómo las tensiones entre lo público y lo privado han sido utilizadas para mantener las desigualdades de género. A través de los estudios de Ernesto Garzón Valdez8, profundizamos en cómo esta distinción ha servido para relegar a las mujeres a lo privado, a la esfera doméstica, mientras que lo público se ha reservado para los hombres. Esta división no solo ha creado jerarquías sociales, sino que también ha justificado la subordinación femenina, limitando las posibilidades de acción y autonomía de las mujeres. En este contexto, exploramos cómo los personajes femeninos en la obra de Elena Garro desafían estos límites, confrontando las expectativas sociales impuestas sobre ellas y transgrediendo las normas establecidas. Finalmente, profundizamos en el concepto de transgresión como una forma de resistencia ante el patriarcado. La transgresión, entendida como el quiebre de normas sociales, no siempre se manifiesta de manera explícita, sino que puede surgir de actos cotidianos de resistencia que permiten a las mujeres recuperar su agencia dentro de un sistema que las subyuga. En este capítulo, analizaremos cómo esta transgresión se presenta en la narrativa de Garro, donde los personajes femeninos, al desafiar las estructuras sociales y familiares, logran cuestionar y resistir las imposiciones del patriarcado.