Resumen:
En los valles altos del Estado de México, especialmente el valle de Toluca, el cultivo de avena ha sido una opción para la producción de forraje de avena de temporal bajo condiciones de labranza convencional. Sin embargo, se ha hecho poco esfuerzo por usar métodos de siembra directa o de conservación como lo son las camas permanentes. Con base a lo anterior, se realizó el presenta trabajo con el objetivo de evaluar el efecto del sistema de siembra directa con rastrojo (SDCR) y sin rastrojo (SDSR) y siembra convencional sin rastrojo (SC), bajo dos dosis de N (60 y 100 kg N ha-1) sobre el rendimiento, calidad nutricional y un análisis económico para determinar el margen de utilidad de cuatro variedades de avena forrajera (Avemex, Obsidiana, Karma y Turquesa). El trabajo experimental se llevó a cabo en Toluca, México durante el ciclo invierno-primavera 2009-2010 bajo un diseño de franjas subdividas con tres repeticiones. Los sistemas de labranza y dosis de fertilización influyeron directamente sobre el rendimiento de forraje. Donde los máximos rendimientos se obtuvieron en los sistemas de SC y SDSR así como de forraje verde. Y al incrementar el nivel de N se elevó considerablemente el rendimiento de forraje verde y materia seca. Sin embargo, del análisis económico se observó que los costos de producción fueron muy variables, quedando en primer lugar el sistema SDSR con los costos más bajos, siguiéndolo el sistema el sistema SDCR y con los costos más elevados el sistema de SC. Aunque los sistemas de siembra directa no tuvieron altos rendimientos de materia seca, al menos el sistema SDSR mostró mayor utilidad bruta en comparación con el sistema de SC. Lo cual explica que los sistemas de SDSR y SDCR tengan un mayor margen de utilidad bruta comparado con el sistema de SC. Las variedades evaluadas mostraron poca variación para rendimiento y calidad nutricional de forraje, pero respondieron en forma diferente a los cambios en el sistema de labranza y aplicación de N. La variedad Avemex expresó el mejor comportamiento promedio a través de los tres sistemas de labranza, mientras que Turquesa mostró baja adaptación a los sistemas de siembra directa. El incremento en la dosis de N se manifestó en mayor concentración de proteína y fibra, mejorándose así su calidad nutricional.