Resumen:
Las razones que dan fuerza a una sociedad comienzan cuando sus necesidades no son escuchadas y el sentido de gobierno pasa a manos ajenas de oídos y consensos. A través de la historia y desde la agrupación humana más remota se han establecido ciertas estructuras de carácter primitivo que han evolucionado integrando así un inmenso tapiz cultural, racial, étnico, ideológico y social. No siempre el hombre ha dado cabida a sus propias necesidades omitiendo aún más las razones y los derechos inherentes a él, ha sido un proceso largo e histórico el concebir parámetros de convivencia entre aquellos que detentan el poder y aquellos que lo sostienen con el fin de conservar este frágil equilibrio y lograr avances sustantivos en el crecimiento social universal. Si queremos pensar la historia de los trabajadores mexicanos es necesario ir mas allá de la secuencia de fechas y sucesos de la organización creada e incorporada en formas políticas, religiosas, sociales o culturales. Viajando desde los Gremios hasta el surgimiento de los sindicatos pasando por las sociedades mutualistas, se describen características que distinguen a cada una de estas instituciones jurídicas y su evolución a partir de las circunstancias propias de su momento histórico. Estas agrupaciones han tenido la necesidad de organizarse, representando una comunidad de individuos reconocidos por la sociedad, cambiando en el devenir del tiempo, ajustándose y adaptándose a la circunstancias y constituyendo la fuerza de unas figuras jurídicas que han trascendido con especial vigencia social.