Resumen:
El siglo XXI se caracteriza por la interacción y la comunicación que involucra a todo el planeta. La estructura económica y sociopolítica de los Estados contemporáneos da sustento al gran Sistema-Mundo que refiere Immanuel Wallerstein1 y que en forma coloquial se denomina “globalización”. 2
Está en la naturaleza humana, desplazarse de un lugar a otro de la tierra. Históricamente las migraciones estuvieron condicionadas por la búsqueda de sitios más propicios para vivir. No están muy lejanos los tiempos de los grupos humanos nómadas o seminómadas.
Con el surgimiento de la propiedad privada; las tierras, la fauna, la flora y hasta los seres humanos fueron objeto de apropiación por parte de otros seres humanos. La tierra, nunca volvió a ser de todos. Ahora existen las fronteras; algunas abiertas, como en la Unión Europea, pero no para toda persona. Otras son verdaderamente antinaturales como es el caso del muro en la frontera de México con Estados Unidos. Pero ninguna es verdaderamente un obstáculo para que los seres humanos pasen de un país a otro. El problema, es que las limitaciones de carácter jurídico, sólo existen para las personas, no para los capitales ni para las mercancías.
Sin embargo, el fenómeno migratorio parece actualmente incontrolable por ser multifactorial, agravado por los conflictos bélicos, que producen un gran número de desplazados. En 2016, se observó el hecho de que grandes grupos poblacionales, fueron víctimas de la migración forzada.3
La migración humana en la actualidad, requiere ser abordada desde la perspectiva de lo que hoy llamamos globalización. Es importante considerar que los migrantes son seres humanos con derechos. En el siglo en que estamos viviendo, la migración tiene características que nunca antes tuvo: La masividad del fenómeno, la manera en que se criminaliza a los que en grandes grupos se desplazan de un país a otro, al considerárseles una amenaza mundial, dando el mismo trato que a los traficantes de armas o de drogas y a los integrantes del crimen organizado.4
Dentro de las diversas causas del flujo de seres humanos, llama la atención aquélla en donde existe un interés económico predominante. En este caso, se observa cómo se favorecen e incrementan las utilidades de grandes corporaciones que demandan mano de obra lo más barata posible, lo que ha provocado el aumento de migrantes indocumentados en situaciones de vulnerabilidad, en las que son víctimas frecuentes de los traficantes de personas.
La dinámica de las migraciones internacionales y de los movimientos mundiales y regionales a comienzos del siglo XXI, suscita problemas sui géneris y la manera en que se busca hacerles frente, no ha tenido precedente, particularmente por el inminente crecimiento del fenómeno en las últimas décadas en todas las regiones del mundo. Hoy, la mayoría de los Estados son lugares tanto de inmigración como de emigración, y frecuentemente, de ambas situaciones.6
La UNESCO, ha tenido gran interés en el estudio de los flujos humanos de la migración internacional. Tomando en consideración los aspectos sociales, económicos, culturales y de derechos humanos de la migración, ha producido un gran número de publicaciones en este ámbito, como resultado de distintos congresos, simposios y reuniones de expertos.
Se ha enfatizado el importante papel que ha desempeñado la migración internacional en el proceso de las transformaciones sociales en todo el mundo.7 Los diferentes enfoques teóricos han buscado explicar las tendencias mundiales de la migración; en Europa Occidental, Europa Central y Oriental, los países de la ex Unión Soviética, Asia y el Pacífico, África Subsahariana, y de América Latina en el contexto del TLCAN y del MERCOSUR.
Descripción:
El sistema mundo, en la globalización neoliberal incluye en su estructura, bloques económicos regionales, como es el caso de América del Norte: Canadá, Estados Unidos y México, conforman uno que se ha organizado en torno a los intereses capitalistas de Estados Unidos primordialmente. Sus propósitos son resarcir el mercado interno estadounidense y asegurarle ventajas competitivas en el mercado capitalista internacional; mediante la estrategia de consolidar una zona de influencia, abastecedora de recursos naturales y de fuerza de trabajo de muy bajo costo.
México, como elemento periférico, posibilita que las empresas transnacionales puedan trabajar sin problemas y garantiza el acceso a las materias primas y a la mano de obra barata, como sucede en la industria maquiladora en donde, la participación de las mujeres en el modelo tradicional de subcontratación y en los modelos flexibles de producción, en los que la relación costo-beneficio, de este modelo neoliberal es negativa desde el punto de vista económico. Y es lesiva, desde una visión social. Lo que trae aparejado, el crecimiento sin desarrollo.
México; en los últimos treinta años ha definido su actividad económica bajo las presiones de los organismos al servicio del capital trasnacional. No sólo dejó de ser exportador de productos agrícolas y mineros; ya no cultiva su campo y la minería está concesionada a empresas principalmente, canadienses. No es autosuficiente alimentario y no ha sustituido las exportaciones del sector primario con productos industrializados; ha tenido que participar en el sector de los servicios, con gran desventaja porque es la fuerza de trabajo su mayor contribución al comercio global. y el aumento en el número de mujeres en ese rubro y en atención a las áreas de su desempeño; nos obliga a enfocar a la inmigración femenina en Estados Unidos; como un fenómeno con problemática diferente de la que involucra a los varones. Revela la vulnerabilidad de las mujeres mexicanas, a quienes la emigración dirigida hacia los Estados Unidos, afecta; tanto a las que se van para allá, como a las que se quedan en sus comunidades de origen, dado que ambas circunstancias, refuerzan la desigualdad social, entre sexos y entre géneros. Los y las migrantes son personas con dignidad y derechos. El acto de migrar, evidencia un problema jurídico específico porque invisibiliza a quienes cruzan una frontera entre países. El sistema jurídico fundamentado en los derechos humanos es un nuevo paradigma que está basado en la cultura de los derechos para todos y en la perspectiva de género, que incluye: clase social, sexo, edad, capacidades diferentes y sobre todo, la diversidad cultural. que en el caso de México; es una característica que debe incidir en sus leyes y políticas públicas. Es ingente que el estado fije prioridades para entrelazar los programas sociales de desarrollo en el marco de los estudios de género; diseñando políticas públicas, sobre migración, sensibles a las necesidades de las mujeres, para que contribuya a la realización de los objetivos establecidos en la Agenda 2030 como compromiso histórico.