Resumen:
El Covid-19 ocasionó el cierre de las escuelas; profesores, alumnos y padres de familia tuvieron que adaptarse a este proceso. En el regreso a las clases presenciales ocurrido en el 2021, se observaron afectaciones psicológicas y en el rendimiento educativo de los alumnos. Es necesario cuantificar el nivel de estrés excesivo en los docentes (burnout) y saber su opinión sobre las afectaciones en los alumnos derivados de los dos años de educación a distancia. Utilizando una metodología mixta, mediante el Inventario de Burnout Copenhague, se obtuvo un burnout promedio moderado en la dimensión personal, mientras que en las dimensiones laborales y en lo relacionado con el alumno, el burnout promedio fue bajo. Los docentes han experimentado estrés con el cambio de modalidad de clases, del modelo a distancia hacia la presencialidad, esto debido a las condiciones laborales y a las deficiencias educativas que el confinamiento causó. Además, existe un indicio de rezago escolar en los alumnos pertenecientes a la educación básica.