Resumen:
La producción porcina tiene como finalidad, el suministro de carne para el consumo humano, ya que es una fuente valiosa de proteína, energía, vitaminas, minerales y micronutrientes (Benítez et al., 2015).
A nivel global se reporta que la cría intensiva de cerdos genera alrededor de 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la ganadería, los principales efectos ambientales se centran en la cadena de suministro de alimentos balanceados con el uso de maíz, soya, trigo, cebada etc. así como un elevado volumen de agua dulce para asimilar la carga de contaminantes derivados del sistema de producción (Giraldi et al., 2021).
La alimentación de los cerdos es la principal causa del impacto ambiental en su producción, representando el 70% de los costos de alimentación. Muchos cerdos consumen más nutrientes de los que necesitan, y el exceso se elimina en sus desechos, lo que genera desperdicio. La cantidad de nutrientes excretados depende de cuánto comen, cómo su cuerpo los aprovecha y qué tan bien se ajusta la dieta a sus necesidades (Pomar et al., 2021).
En este sentido, la mayor parte del fósforo introducido al medio ambiente por el sector agrícola proviene del estiércol animal. Los cerdos excretan aproximadamente el 90% del fósforo sobrante a través de las heces (purines). Por este motivo, cuando se utiliza estiércol como abono, la planta no es capaz de extraer todo el fósforo. Por lo tanto, existe una filtración de este exceso de mineral, a través de la tierra, el cual puede acelerar el crecimiento de algas en cauces de aguas o mares y causar eutrofización, lo cual se convierte en un problema para la vida acuática (Soler, 2022).
Una alternativa, es la administración de fitasas exógenas de origen microbiano utilizadas en la nutrición de los cerdos, los cuales mejoran el aprovechamiento de los nutrientes, con mayor énfasis el fósforo (lo que su vez reduce la excreción de este mineral), asociado a la digestibilidad de proteínas y aminoácidos, energía, calcio y zinc relacionado directamente con el rendimiento del animal (Soler, 2022).