Resumen:
Altas temperaturas ambientales en climas cálidos durante verano desencadenan
cambios fisiológicos y de conducta en ganado lechero, en un intento de mantener su
temperatura corporal constante, lo que genera un gasto de energía adicional que
perjudica drásticamente su rendimiento productivo y bienestar en general. Se evaluó el
efecto de aplicar enfriamiento a vacas durante el periodo seco y su respuesta conductual
en episodios de descanso y alimentación. El estudio se realizó en un establo comercial
del Valle Mexicali, B.C. Se utilizaron 30 vacas Holstein multíparas (1-5 partos) con 60
días antes de la fecha estimada de parto que se agruparon de manera homogénea y se
asignaron aleatoriamente a dos tratamientos: 1) SinE, corral provisto solo con sombra en
el centro del mismo (n=15 vacas); 2) ConE, corral equipado con un sistema de
enfriamiento bajo la sombra, constituido por válvulas de aspersión de agua y ventilación
forzada con abanicos, y que funcionó de manera automática 10 h/d (09:00 a 19:00 h).
Se monitoreó la conducta de las vacas en episodios de descanso y alimentación
mediante un análisis de barrido visual 3 días a la semana, con 12 periodos de muestreo
cada día. La temperatura y humedad relativa máximas promedio fueron de 37.87 °C y
68.26%, respectivamente. El ITH más bajo fue de 72.05 unidades, ocurriendo a las 05:00
h. El porcentaje de vacas descansando echadas a las 12:00 h fue mayor (P < 0.05) en
SinE que en ConE (57.97 vs 47.8%). A las 14:00 h fue mayor (P < 0.05) el porcentaje de
vacas echadas en ConE que en SinE (64.96 vs 48.80%), sin embargo, a las 15 h fue de
nuevo mayor (P < 0.05) en SinE que en ConE (65.17 vs 53.32%). A las 14:00 y 18:00 h
el porcentaje de vacas de pie en SinE fue mayor (P < 0.05) que en ConE (44.34 vs
28.12% y 28.86 vs 16.98%, respectivamente). En las demás horas el porcentaje de vacas
de pie fue similar en ambos tratamientos (P > 0.05). A las 6:00 h el porcentaje de vacas
bebiendo en SinE fue mayor (P < 0.05) que en ConE (9.13 vs 4.72%). A las 7:00 h fue lo
opuesto, mayor (P < 0.05) en ConE que en SinE (9.11 vs 4.90%). El porcentaje de vacas
bebiendo en SinE fue mayor (P < 0.05) que en el ConE a las 10:00 y 18:00 h (4.55 vs
0% y 9.06 vs 5.44%, respectivamente); esta misma tendencia, pero solo numéricamente,
se observó en las horas 13:00, 14:00, 15:00 y 17:00. El porcentaje de vacas comiendo a
las 18:00 h fue superior (P < 0.05) en ConE que en SinE (59.42 vs 48.49 %). En el mayor
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número de horas del resto del día mostraron esta misma tendencia, pero solo
numéricamente. El porcentaje de vacas rumiando echadas de SinE fue superior (P <
0.05) que en ConE (9.25 vs 0%) a las 7:00 h, pero a las 8:00, 10:00, 14:00 y 16:00 h fue
mayor (P < 0.05) en ConE que en SinE (11.64 vs 3.51%, 15.83 vs 3.51%, 19.51 vs
12.14% y 17.48 vs 12.18%, respectivamente). En las horas restantes del día se manifestó
esta misma tendencia, pero solo numéricamente (P > 0.05). El porcentaje de vacas
rumiando de pie fue similar (P > 0.05). El porcentaje de vacas comiendo en el ConE fue
superior (P < 0.05) a las 18 h (59.42 vs 48.49%) que en SinE. La aplicación de un sistema
de enfriamiento durante el periodo seco de las vacas ayuda a minimizar parcialmente los
efectos del estrés calórico mejora el bienestar de las vacas y comportamiento de
alimentación de las mismas, lo cual podría contribuir en un mejor rendimiento productivo
en su siguiente lactancia.