Resumen:
La presente investigación se realizó con el fin de no sólo crear conciencia en los hábitos alimentarios, sino también lograr un cambio en las conductas alimentarias de los niños, además de dar a conocer los alimentos que aportan nutrientes al cuerpo y los que son dañinos para la salud, ya que los niños deben ser considerados como los consumidores adultos del mañana. Es importante mencionar que los hábitos vienen generados de la cultura alimentaria que se recibe en el entorno en donde se desarrolla el ser humano, por lo anterior la meta de este estudio fue evaluar el impacto de un programa para modificar los conocimientos sobre la alimentación para la mejora de una conducta alimentaria en niños. El tema abordado en esta investigación es considerado un problema ya que no solo intervienen la salud sino también las conductas o costumbres que traemos desde el hogar, estos son patrones que seguimos de generación en generación. La escuela es el segundo lugar donde los niños están expuestos al consumo de cualquier alimento desconociendo si es saludable o no. El objetivo es evaluar el impacto de un programa para modificar los conocimientos sobre la alimentación para la mejora de la conducta alimentaria en niños, es importante intervenir con un programa de conductas alimentarias sanas, además de crear conciencia de cuales son sanos y cuáles no lo son, de los beneficios y así como de los riesgos que implica el exceso de consumir alimentos no nutritivos, el propósito es que los niños puedan adoptar nuevas formas y conductas nutritivas en su alimentación. Se considera importante esta investigación, ya que se pretendía indagar y conocer como está repercutiendo las costumbres alimentarias en niños, que a su vez esto depende de que se lleve a cabo una sana alimentación, ya que es indispensable para su desarrollo y tener un óptimo desempeño escolar. Las conductas que se adoptan desde pequeños son as que forjaran como ser humano y estarán siendo transmitidas como un patrón de generación en generación; por eso se implementó un programa con la finalidad de adoptar nuevos conocimientos para la mejora de la alimentación en los niños, debido a que en esta etapa de la vida es donde pueden modificarse conductas y
así poder lograr una mejora en la ingesta de alimentos. La forma en que se alimenta cada persona es el resultado particular de una compleja interacción de factores fisiológicos y psicológicos individuales y factores sociales y culturales. Mientras que la nutrición es eminente involuntaria, inconsistente y continua, el acto de comer es intermitente y en esencia, voluntario y consciente, aunque finalmente lo regulan mecanismos fisiológicos, en especial las sensaciones de hambre y la saciedad. Método: El diseño de esta investigación fue de tipo explicativo ya que se dieron argumentos con la variable dependiente que son los conocimientos sobre la alimentación en escolares, así como en la variable independiente que es el programa para modificar los conocimientos de la alimentación. Fue experimental porque se realizó la aplicación de una intervención de tipo Pre y Post test sobre el sujeto de estudio. Longitudinal, porque se realizó una intervención antes y después, finalmente prospectiva pues se hicieron mediciones del presente hacia el futuro. Se aplicó el instrumento a un grupo de 50 niños 22 hombres y 28 mujeres de una edad de entre 9 a 12 años de edad de una escuela primaria pública. Se aplicó un instrumento hecho por el Instituto Europeo de la Alimentación Mediterránea (IAMED) en enero del 2008, CREALMAP, instrumento de creencias alimentarias vs 1.0, el cual evalúa la frecuencia habitual de la ingesta de alimento o grupo de alimentos durante un periodo de tiempo determinado. El programa de intervención fue una propuesta realizable, creativa y detallada en su aplicación, se diseñó en busca de una mejora preventiva sobre la presencia de conocimientos en cuanto a las costumbres que influyen en la alimentación y que estas pudieran afectar en el desarrollo tanto físico como de salud en los niños. Con lo que se pretendió en el programa fue indagar y conocer que tanto conocían sobre la alimentación, reforzar los conocimientos que ya tenían sobre una alimentación sana y así su calidad de vida sea plena y tengan un desarrollo óptimo. Es importante mencionar que la familia es donde comienza la educación, es la pauta que sigue cada uno de los individuos para su formación, desde características tan esenciales como el carácter, forma de ser, de vestir, alimentarse entre otras; con el paso del tiempo pueden ir surgiendo modificaciones, variaciones de las concepciones de dichas costumbres, creencias y valores. El programa se basó en
sesiones y con una duración de una hora aproximadamente y un tiempo de 7 días. Las sesiones que se llevaron a cabo fueron: aplicación del instrumento de creencias alimentarias vs 1.0 (CREALMAP), actividades dinámicas y sesiones de reflexión personal. Resultados: Los resultados de la tabla indicaron que se observaron diferencias estadísticamente significativas entre la Pre y Post prueba, antes de la intervención se pudo observar que en base a la cuestión hay que ir a comprar sin hambre, el 16% mostró indiferencia y después de la intervención con el taller disminuyó al 4%, mientras que los que estaban de acuerdo antes de la intervención fue de 20%, después se mostró con un 0%. En el presente estudio se obtuvo que 54% de los niños piensa que comer ensaladas en las comidas es sano. Cabe mencionar que el consumo de vegetales, y frutas en esta etapa de la vida proporcionan beneficios a su salud. Este resultado contrasta al reportado por Suárez y Ezquivel (2003) quienes encontraron que 35% de los niños opina que un niño en edad escolar debe consumir vegetales. Estos resultados podría deberse a que en ambos programas no sólo se trabajó en la educación alimentaria sino también en conseguir que el consumidor sea responsable, es importante trabajar con métodos que motiven a llevar un cambio en los comportamientos alimentarios tomando en cuenta que estos varían de acuerdo a la edad. Conclusiones: Como Educadores para la Salud es importante que se realicen este tipo de propuestas, programas de apoyo en el que se ataquen las necesidades de la población para tener mejoras en cuanto a la calidad y estilos de vida. Por otra parte es importante considerar en el estudio a los padres o los encargados de la alimentación de los niños, ya que también se pueden detectar debilidades y/o fortalezas en ellos, lo cual ayude a establecerse conductas alimentarias saludables. Y finalmente la propuesta que se hace es que una vez implementado el programa de intervención, es que se haga nuevamente la aplicación del cuestionario después de 6 meses, el cual nos servirá para identificar si las conductas o conocimientos sobre una alimentación saludable permanecen en el individuo.