Descripción:
Sabemos que algo sucederá, pero ignoramos dónde, cuándo y en qué circunstancias;
esto nos hace creer en el destino que hacía fallar los
cálculos exactos de nuestra razón o la pujanza indomable de nuestra voluntad.
• Cuando uno quiere ser uno mismo, no sólo trata de conocerse, sino que se
esmera por ser reconocido. La aspiración al reconocimiento lo encierra en la
imagen que los otros tienen de su persona. Dentro de sí mismo uno puede
rebelarse contra la rigidez de esa imagen, pero nunca puede escaparse, en términos
de Sartre, del infierno de los demás, cuyas opiniones y juicios forman,
frecuentemente contra su voluntad, su imagen y lo encierran en ella.