Descripción:
Un pensamiento que se descubre en su reflejo como torcida estupidez
normalizada que ha incorporado todo, aún a la inocencia misma en un
sistema de estulticia universal reglamentada conforme a derecho es,
en realidad, un pensamiento que de su intento de amarrarse a la realidad no
genera otra cosa más que una vacua ilusión de bienestar y seguridad.
El discurso de seguridad es el discurso de la estupidez sistematizada, que
aboga por exprimir en sus férreos tentáculos al manso rebaño al que se le ha
conferido el engañoso mérito de ganar certeza al precio de perder indefinidamente
la candidez y la inocencia. Oficiados u oficiantes, jugadores o jugados,
señores o esclavos, todos mascullamos dentro del mismo redil la pastosa
paja cultural que la liturgia del estado de bienestar nos ha amaestrado a producir,
distribuir y consumir.