Descripción:
Blanco nocturno, la más reciente novela del escritor argentino Ricardo Piglia,
publicada en 2010, es, sin duda, una propuesta narrativa profunda y muy
bien lograda, pues el autor experimenta con el relato policial y la novela
negra, para presentar un mundo posible de seres corruptos, abatidos y oscuros
que están anclados en una atmósfera trágica de falsas esperanzas.
Resulta interesante la manera en que Ricardo Piglia juega y transgrede las
normas genéricas en su novela. En un comienzo, el lector tiene la sensación de
encontrarse frente a un relato típicamente policial, que cumple con las claves
propias de este tipo de novelas: el motivo que desencadena la narración es un
crimen irresuelto del que se encarga un policía y su ayudante, quienes analizan
los hábitos del difunto, así como de todas las personas que intervinieron en su
vida, pues cualquiera resultaría sospechoso potencial del asesinato. Sin embargo,
unos cuantos capítulos más adelante, el relato empieza a oscurecerse; pierde esa
armonía y rigor científico, moral e intelectual que caracteriza a la novela policial
—como lo reconoce el propio Piglia en su texto Critica y ficción— y poco a poco se devela una novela negra, compleja, salvaje, sombría, en la que el crimen no
es resuelto mediante la deducción, sino a través de la intuición. No son reglas y
procesos analíticos los que conducen la pesquisa, sino los pálpitos de un viejo
policía, un hombre legendario por su fama de ecuánime adivinador y no de riguroso
investigador.