Descripción:
En el cine contemporáneo resulta cada vez más difícil distinguir al "cine de arte" (o de autor) del "cine comercial", casi se podría hablar de una categoría de tipo "cine-de-autor-no-obstante-comercial" puesto que, en la mayoría de los casos, tales categorías se han vuelto indiscernibles, sin embargo, todavía quedan resquicios fílmicos, centrados en preocupaciones visuales y narrativas que nada tienen que ver con asuntos de mercado, producciones como las de Jim Jarmusch, que resultan realmente extrañas en estos tiempos donde la percepción ya no es suficiente para captar tanta acción, además de que el tiempo se ha vuelto sinónimo de productividad, y por ende, cualquier desplazamiento responde al orden de lo necesario, es decir, no puede verse como finalidad en sí mismo.