Descripción:
El arte ha roto los paradigmas con los que creció en la modernidad, y lo que en un momento se enseñaba como válido ha quedado rebasado frente a un contexto móvil y rizomático. Para bordear el estado de la educación en el arte, es necesario considerar primero las diferencias entre dos periodos distintos y definitorios para su comprensión: la modernidad y la posmodernidad. ¿Cómo podría aplicarse la inaprensible posmodernidad al ámbito educativo?, ¿qué actitudes promueve en el profesor y en los alumnos? El conflicto se propone como clave posmoderna para el desarrollo del individuo ya que cuestiona las creencias estabilizadas por medio de un estado de indeterminación que nos paraliza y coacciona a desarrollar el pensamiento reflexivo y a permanecer más tiempo dentro del denominado suspenso de incertidumbre.